miércoles, 27 de octubre de 2010

Teoría Conspirativa (o la otra vida de las lapiceras)

Hace meses que lo percibo.
Sin embargo, hoy, cuando por enésima vez en el mes tuve que buscar una lapicera para recogerme el pelo, no pude evitar evaluar teorías sobre por que se desaparecen todas mis gomitas de pelo.
No es que las lapiceras sean malas, solo que tienen otra función (escribir poemas, anotar números, hacer garabatos en clase) y las biromes en el pelo me hacen tomar actitud de verdulero con lápiz en la oreja, en cuanto tengo que anotar algo en un papel. Entonces los bucles se me vuelve a caer sobre los hombros, y tengo que volver a condenar a la lapicera (que en otras circunstancias mas agraciadas podría ser la mejor amiga de un novelista o la mejor herramienta para escribir los versos mas tristes en la noche de Neruda) a entreverarse en mi pelo.
La primer teoría es que las gomitas de pelo me odian. Y tendrían razón. Yo las dejo tiradas y las confino a los mas oscuros bolsillos de carteras y mochilas.
La segunda teoría es que algún ser imaginario (por ejemplo, un oso rosado) detesta verme con el pelo atado, y roba mis gomitas para verme de bucles descontrolados.
La tercer teoría es que las lapiceras gustan demasiado de mi cabellera, y todas juntas han organizado una ola de secuestros para usufructuar el lugar de sus victimas. En esto también tendría culpa el shampoo frutal que me compro mamá.
Por ultimo, existe la teoría de que no me odien, solo que tengan cosas mas importantes para hacer y se vayan mientras duermo.
A mi me gustaría pensar que al final, el problema es que hicieron un pacto con las lapiceras para cambiar roles, y que cuando se van, las gomitas de pelo están planeando tácticas que les permitan escribir poemas y dibujar garabatos, mientras las lapiceras se encargan de arreglarme el pelo y se toman un descanso del trabajo arduo al que están destinadas.

Seguramente, el problema sea que nunca recuerdo donde dejo las cosas, pero siempre tengo una lapicera a mano...


Edito: Muchachos, estamos de festejo...¿quien quiere ser el visitante nº 13.000?Dicen que da re buena suerte y que se van a encontrar una Bic verde por la calle si se coronan con tal titulo. Avisen.

domingo, 17 de octubre de 2010

Como un osito en primavera...



"- Me gustas, Midori.
-¿Cuanto?
- Me gustas como un oso en primavera.
-¿Un oso en primavera? - Midori volvió a levantar la cabeza - ¿Que es esto? ¡Un oso en primavera!
- Imagina que paseas sola por el prado y se te acerca un osito con la piel aterciopelada y unos ojazos. De pronto el osito te dice - ¡Buenos días señorita! ¿Quiere usted rodar conmigo? -. Entonces tu y el osito os pasáis el día entero rodando abrazados por una ladera sembrada de tréboles. Es bonito, ¿no?.
- Muy bonito.
- Pues a mi me gustas tanto como eso."

Haruki Murakami, "Tokio Blues".


Sepan entender este extracto azucarado que elegí de Murakami... sospecho que una nube rosada anda rondando por la zona.

martes, 5 de octubre de 2010

Charlas a medianoche.

Sus ojos café me miran inquisidores.
Una brisa de aire le mueve el pelo.
Se pasea impaciente por el cuarto.
Tiene en sus movimientos la certeza de que pronto algo va a suceder.
Y entonces tomo el impulso. Todo va a cambiar.




-Me parece Frodo, que ahora que viene el calor, no seria tan conveniente que duermas sobre mis pies. Vos viste, calor, acolchado, perro peludo...te lo digo por vos. Hace lo que quieras, pero no recibo quejas por las patadas que te pueda pegar dormida.

Cuentas claras, mantienen la amistad.